Viendo imágenes del animal la verdad es que no estamos seguros. Son animales enormes, con una corpulencia que les da aspecto de estar fuertotes que contrasta con la cara de buenos que tienen. A su vez están llenos de pelo, con unas capas enormes que les da ese extraño aire de estar como abrigados con forros de piel. Es curioso, es incluso bonito y tiene un punto exótico interesante pero seguimos sin verle el millón y medio de euros.
Nos queda entonces la exclusividad, el poder decir que tienes un mastín tibetano. Sin duda todos sabemos lo poderoso que es sentir que tienes algo único y diferente, y en esto todos entendemos aunque no nos metamos en el mundo de los canes. Ahora queda ver si nos encontramos alguno por la calle para preguntarle al dueño cuánto le ha costado.


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