El tabaquismo es responsable de un tercio de todos los casos de cáncer
de los Estados Unidos y hasta tres cuartas partes de los casos de cáncer
de pulmón en el país podrían evitarse si la gente no fumara, señaló el
artículo publicado este miércoles en la revista Science Translational
Medicine.
Estudios científicos demostraron que muchos otros tipos de cáncer
también pueden prevenirse, ya sea con vacunas contra el virus del
papiloma humano y la hepatitis, enfermedades que pueden causar cáncer
cervical y de hígado, o con protección contra la exposición al sol, que
puede causar cáncer de piel. La sociedad en su conjunto debe reconocer
la necesidad de estos cambios y tomar en serio un intento de inculcar hábitos más saludables, dijeron los investigadores.
"Es hora de que invirtamos en aplicar lo que sabemos", dijo la autora
principal del artículo, Graham Colditz, una epidemióloga del Centro
Oncológico Siteman de la Universidad Washington, en St. Louis, Misuri
(centro).
Hacer ejercicio, comer bien y abstenerse de fumar son claves para evitar
hasta la mitad de las 577.000 muertes por cáncer en los Estados Unidos
previstas para este año, una cifra sólo superada por las enfermedades
cardiacas, según el estudio.
Pero los expertos señalaron una serie de obstáculos para el cambio en
una sociedad en la que, según estimaciones, se diagnosticarán más de 1,6
millones de casos de cáncer este año. Entre ellos destacaron el
escepticismo sobre la posibilidad de que el cáncer se pueda prevenir y
el hábito de intervenir demasiado tarde para detener o prevenir un
cáncer que ya está instalado.
Además, gran parte de la investigación sobre el cáncer se centra en el
tratamiento en lugar de la prevención, y tiende a tener una visión a
corto plazo, más que un enfoque a largo plazo. "Los seres humanos son
impacientes, y ese rasgo humano en sí mismo es un obstáculo para la
prevención del cáncer", dijo el estudio.
Las brechas de ingresos, que hace que los pobres tiendan a estar más
expuestos a factores de riesgo que los ricos, complica aún más el
panorama. "La contaminación y la delincuencia, el transporte público
deficiente, la falta de parques para jugar y hacer ejercicio, y la
ausencia de supermercados con alimentos frescos dificultan la adopción y
la práctica constante de un estilo de vida que reduzca al mínimo el
riesgo de cáncer y otras enfermedades", indicó el informe.
"Al igual que en otros países, la estratificación social en los Estados
Unidos exacerba las diferencias de estilo de vida, como el acceso a la
atención de la salud, la prevención especial y los servicios de
detección temprana", indicaron los expertos. "Las mamografías, los
exámenes de colon, el apoyo para la dieta y la nutrición, los recursos
para dejar de fumar y los mecanismos de protección solar simplemente
están menos disponibles para los pobres", detalló.
Eso significa que cualquier intento por superar profundos desequilibrios
sociales debe ser apoyado por cambios de política, dijo otra de las
autoras del estudio, Sarah Gehlert, de la Escuela de Trabajo Social y de
la Escuela de Medicina de la misma Universidad Washington.
"Después de trabajar en salud pública durante 25 años, he aprendido que
si queremos cambiar la salud, tenemos que cambiar las políticas", dijo.
"Una estricta política sobre el tabaco es un buen ejemplo. Pero no
podemos hacer el cambio de política por nuestra cuenta. Se requiere una
masa crítica de personas para hablar con más firmeza sobre la necesidad de un cambio".
Un informe anual de los Centros para el Control y Prevención de
Enfermedades y las principales instituciones oncológicas de los Estados
Unidos halló que las tasas de mortalidad por cáncer siguieron
disminuyendo en el país entre 1998 y 2008. Los nuevos diagnósticos de
cáncer también se redujeron a menos de un 1% anual entre 1996 y 2006 y
se estabilizaron de 2006 a 2008.
Sin embargo, el Informe Anual a la Nación sobre el Estado del Cáncer
también destacó el problema de los cánceres relacionados con la
obesidad, como el cáncer colorrectal, así como el cáncer de riñón,
esófago, páncreas, mama y endometrio.
"Si usted cuida su dieta, hace ejercicio y controla su peso, no sólo
puede evitar el riesgo de contraer muchas formas letales de cáncer,
también aumentará sus posibilidades de mejoría si se enferma con algún
otro tipo de cáncer", aconsejó Edward Benz, presidente del Instituto de
Cáncer Dana-Farber en Boston (Massachussetts, noreste).


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