De acuerdo con el hijo de Paul
McCartney, también Sean (hijo de John Lennon) y Dhani (hijo de George
Harrison) ven factibles los planes. Zak Starkey, uno de los hijos de
Ringo Starr, no lo ve tan claro, pero otro, Jason, sí podría unirse al
eventual grupo. “Hay que esperar y ver qué ocurre”, añadió James
McCartney.
El joven inaugura en el Cavern Club de
Liverpool una gira de conciertos, justo en el mismo lugar donde en los
años ’60 su padre y los otros tres Beatles iniciaron su carrera. Según
James, su padre lo ha ayudado mucho en la producción de sus dos álbumes,
y se decidió por el Cavern Club porque prefiere “tomar” la herencia de
los Beatles a “huir de ella”.
Ya desde niño, James McCartney quería
dedicarse a la música. “Soñaba con ser mejor que los Beatles. No estoy
tan seguro de lograrlo. Como mucho, me gustaría poder llegar al mismo
nivel, pero eso ya es bastante difícil”.
En este sentido, no le importa que lo
comparen con su padre: “Me parece genial, es un honor. No me creo que
realmente sea tan bueno como los Beatles o mi padre, pero
definitivamente han influido en mí”, añadió. Su famoso nombre es más una
bendición que una maldición: “A veces es difícil ser yo mismo, pero el
nombre más bien ayuda”.


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